Lo hemos intentado: Probamos las bolas tanto en la lavadora como en la secadora.
Uso en la lavadora: ayudaron a separar la ropa entre sí; la ropa no se enredó y, después del lavado, la ropa no quedó "pegada" al tambor de la lavadora (la velocidad de centrifugado fue de 800).
Uso en la secadora: las bolas airearon la ropa y los tejidos en la secadora. Gracias a ello, el proceso de secado fue más rápido y corto. La ropa también quedó menos arrugada.
Lavar y secar la ropa es más eficiente. Están diseñadas para un uso repetido.